Es una mañana igual a todas, se diferenciaba del resto por lo calida, a pesar del invierno crudo y lleno de gripe que nos tocaba vivir. El médico me había diagnosticado gripe viral y la indicación era reposo absoluto, sin actividad y sin visitas. Ya trascurría el día 2 por lo tanto la fiebre había cesado, no más calores y fríos y retornaban las ganas de estar a pie, es ahí cuando tome la desición de extirparme de la cama , pongo el agua a calentar ,corto el pan para unas ricas tostadas, esas que dan inicio a la mañana perfumando la cocina con ese olor inconfundible y avasallante .En ese momento pasa una señora apurada por la vereda, con una campera gorda que la envuelve, petiza ,pelo blanco, morena la doña , no puede evitar inspirar el aroma que emana de casa y pensará en lo lindo que sería dejar los mandados para otro momento y volver a casa ,abrir las ventanas para que entre el sol y también ponerse a hacer tostadas ,solo que ella le agregaría un poco de manteca y miel.Ávida de conocimiento por lo que es el mundo exterior enciendo la radio del pueblo, están pasando un tema folklórico que en su estribillo habla de “Las manos de mi madre…” y ahí soy yo la que no puede evitar pensar en los manjares que salen de las manos de Raquel, mi mamá cuando se dispone a cocinar.
Me saca de ese pensamiento el locutor cuando dice:
Muchas gracias por estar con nosotros una vez más. Nuestro nuevo encuentro será mañana a la misma hora, los dejo en manos de Claudio y la actualidad.
Tras ese momento ocurre un silencio desprolijo que no estaba programado, acto seguido se escucha el institucional del programa y es ahí cuando cierto olor a incinerado me lleva corriendo hasta la tostadora, me había olvidado una rodaja de pan y ahora puede confundirse con un pedazo de carbón, esta totalmente negra y hay humo por todas partes.
El Institucional dice:
En cuatro horas repasamos la actualidad minuto a minuto.
Y me pongo a pensar en la actualidad y en como reflejarla en un lugar que se apellida ciudad, pero al cifrar su nombre; uno no puede pensar en otra cosa que sea pueblo. Y digo esto, porque sus lugares son centenarios, las familias conocidas, donde allí cada uno tiene su rol.
Aquí el periodista, el reconocido es uno solo; y no hay variantes, este es un personaje curioso que reparte diarios desde las 6 de la mañana en moto, con bufanda y desde hace unos meses con casco (por disposición municipal que obliga a los motociclistas a portarlo), de este modo transita las calles y así marca los puntos clave en los que tiene que pensar el ciudadano.
Esa mañana tras saludar a la audiencia, el periodista dice: Debemos arrancar la mañana con una lamentable noticia… en el día de hoy aproximadamente a la hora 3:45 unas manos conocidas han dado fin a los días de mi amigo, mi hermano, el Chachi, también conocidos por todos como el Sr. Intendente Municipal.
No puedo creer lo que estoy escuchando. En ese momento pienso en porque justo hoy no puedo salir de casa con lo necesario que seria entrevistar al comisario y realizar una investigación que explique porque se vive en tanta inseguridad en un pueblo donde nos conocemos todos.
En ese mismo instante, pero en el área industrial de la cuidad; llega corriendo a las oficinas del taller en el que trabaja Víctor, un metalúrgico bonachón, separado hace un tiempo, con el pelo largo y erizado, sin duda un look parecido al de Einstein, tiene panza prominente y el mameluco a cada segundo le queda mas ajustado. El dice:
- Patrón, ¿Lo prendió al Claudio?
- No. –dice José-
- ¡Dio la noticia de que lo mataron al Chachi! Y el Loli; que le fue a colocar las rejas la semana pasada dice que andaba a los gritos que lo querían perjudicar. Y que pa’ él; el que lo mato fue el Carlos, que se la tenia jurada de la ultima sesión del consejo.
Como es la única base de información en las oficinas de la mutual; donde se cobran impuestos, también sintonizan esa radio, más que nada para recordar los vencimientos, pero por sobre todo; como acompañamiento musical.
Darío; el cajero del lugar, escucha la noticia y rápidamente se comunica telefónicamente con su gerente y le dice:
- Señor gerente, me acabo de enterar que el intendente falleció a causa de un robo, necesito saber si sigo con las puertas abiertas al público.
Spiro es un viejito viudo, de 86 años, que vide en la zona norte de la ciudad. Pone la radio bien fuerte desde temprano, porque a la mañana se pasan algún tanguito y de paso se entera de las necrológicas.
Esa mañana al enterarse de la noticia, sale a la vereda con el puro propósito de encontrarse con Doña Peti, su vecina, para que le cuente; ella que siempre sabe todo, de que familia era ese tal Chachi. Mate en mano, frío y muy lavado saluda a su vecina:
- Buen día Doña Peti!
- Buen día Don Spiro!
- Dígame, usted que conoce a la familia de este muchacho el Chachi, que esta de intendente ahora, ¡¿vio que dicen que lo mataron?! Porque no había declarado el dinero del arreglo del puente blanco, plata que habían puesto la gringada! Y uno de ellos; se calentó y lo mando a matar.
- ¡No me diga! ¡Y si!, era cantado. ¡Dicen que son como quinientos mil pesos! Este chico es hijo de Don Arturo. ¿Se acuerda que era Tenedor de Libros y tenia la oficina en la casa? Después se dedico a la política, fue diputado provincial y se comenta que el turco, el gobernador que ahora tenemos, fue mano derecha de Don Arturo. La señora; muy católica ella, fue la que hizo la donación grande de cubiertos para el comedor de la escuelita 232.
- ¡Ha, si… si! ¿Entonces este chico viene a ser primo de la chica que tiene el reparto de cerveza?
- ¡Claro!... ¡claro! Vio; la política es muy sucia.
Como las escuelas no tienen clases; a causa de la prevención de la salud frente a una ola de gripe; Ian esta en su casa, tiene siete años, esta muy aburrido y decidió ponerse a jugar a la pelota en el living de su casa. De pronto en el fragor de la pasión; pega un pelotazo y le da justo en el ángulo…lamentablemente… no del arco; sino en el ángulo izquierdo del cuadrito que la mamá había traído de recuerdo de las vacaciones y decía “Villa Carlos Paz” y tenía un burrito simpático.
Ian, como todo chico, esta al margen de las crueldades de la vida cotidiana y vive en su mundo. Pero a pesar de eso, tampoco esta al margen del programa radial de la mañana y es totalmente conciente que su mundo se derribará si no arregla el lío que acaba de armar! Entonces sabe que su mama esta escuchando el programa y toma la decisión de llamar a la radio:
- Hola, soy Ian, llamo para pedir un tema del Paz Martínez para mi mamá Mariela y decirle que la quiero mucho y que me perdone por el cuadrito. ¡La radio esta re-buena!
En el comité de la UCR se vive, realmente, un clima tenso. Muchas son las versiones de quien mato al intendente y son concientes que ellos están posicionados en la vereda de enfrente y que deben dar sus condolencias antes de que se cree cualquier tipo de juicio. Es ahí cuando Lalo, tradicional activista del partido; decide tomar la posta y a personarse en la emisora para ser entrevistado y hacer público el desapruebo a los acontecimientos.
Una vez llegado a la emisora, pide hablar con el periodista. Inmediatamente, le ceban un mate, que el rechaza y aclara:
- Solo tomo café. Mientras piensa; “ni loco chupo esa bombilla, anda a saber que gripe y cuantas cosas mas tiene”.
- Bueno, dice el operador. Aguarde que Claudio esta en el aire. En un minuto lo atiende.
Impaciente, nervioso y pensativo a Lalo; los segundos se le hacen eternos. De pronto el periodista se le acerca y le dice:
- Lalo, querido, ¿que haces?; ¿Qué te trae por acá?
- Es que los acontecimientos me abruman; y a través de mi persona, quiero dar las condolencias del partido a la familia del intendente.
- Pero; ¿de que hablas Lalo?
- ¿Cómo de que hablo?... ¡Del fallecimiento del Chachi!
- ¡Pero no! ¡Escuchaste mal! Yo en el inicio, lo que dije es que llegaron los resultados de las elecciones y lo declaran al Chachi como perdedor.
Así transcurre la actualidad en mi cuidad, las noticias siempre tarde. Además se cuentan de una manera bizarra, nadie queda con una idea acabada; todos construyen su propia versión y no hay lugar para el cambio.
